Lo de Dave Franco y James Franco es algo que uno no se explica
sin recurrir a los sucesos paranormales. Hay que ver lo pícara que
puede llegar a ser la genética a veces, que no solo lo hace todo bien y
se marca una obra de arte como James Franco
en este nuestro mundo sino que además quiere repetirlo con su hermano
pequeño y la tía, con todo su esfuerzo y sus ganas puestas en ello,
desafiando a las leyes de la naturaleza que obligan a que sólo un bombón
como él piso el mismo suelo que el resto de los mortales… va y lo consigue.
Y es que la madre tiene que estar orgullosa de los dos mozos, porque no
sólo son guapos (que lo son) sino que además tiene éxito, son buenos profesionales, saben lo que se traen entre manos y se rodean de la creme de la creme hollywoodiense que les aclama y les vitorea allá por donde van. Sinceramente y con toda confianza…
miércoles, 4 de abril de 2012
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